*Doscientos cincuenta gramos de harina blanca
*Ciento veinticinco gramos de avellanas
*Cincuenta gramos de cacao amargo
*Ciento veinticinco gramos de mantequilla
*Ciento cuarenta gramos de azúcar rubia
*Dos huevos
*Sal
Tamizar doscientos gramos de harina, el caco y una pizca de sal en un recipiente de tamaño medio. Trabajamos la mantequilla y el azúcar en un recipiente amplio usando la batidora eléctrica a alta velocidad hasta obtener una crema.
Ligar un huevo entero y una yema de huevo, sin mezclarlos demasiado. Agregar los ingredientes secos y setenta y cinco gramos de avellanas finamente trituradas para que forme una pasta lisa. Darle forma de un disco, envolverlo en papel film y llevar a la refrigeradora por treinta minutos.
Calentar el horno a 180 grados centígrados, cubrir dos bandejas para horno con papel para hornear. Estirar la pasta sobre una superficie ligeramente enharinada, hasta darle un espesor de unos cinco milímetros. Troquelar los corazones con un molde de unos cuatro centímetros de diámetro.
Juntar los sobrantes de la pasta, extenderla nuevamente y seguir troquelando los corazones hasta terminar la masa. Pasar las galletas a la bandeja con ayuda de una espátula y colocaras a una distancia de unos dos centímetros y medio entre sí. Batir a punto de nieve la clara de huevo restante y utilizarlo para glasear las galletas.
Espolvorear el resto de las avellanas trituradas toscamente. Hornear durante diez o quince minutos o hasta que estén doradas y luego enfriarlas en una rejilla.
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