*Dos pechugas de pollo enteras sin hueso ni piel
*Un tercio de taza de agua
*Un tercio de taza de harina sin preparar
*Un huevo
*Dos cucharadas de ajonjolí tostadas
*Aceite en cantidad necesaria
*Una cucharada y media de sal
Cortar las pechugas de pollo en trozos de unos tres o cuatro centímetros, aparte en un tazón, mezclar bien el agua y el huevo con la ayuda de un tenedor, añadir luego la harina, la sal y el ajonjolí removiendo hasta formar una masa suave.
Calentar abundante aceite en una olla pequeña, para que al freír los trozos de pollo estos floten. Pasar por la mezcla de harina y ajonjolí y sacudir ligeramente para eliminar el exceso y colocar en el aceite bien caliente sacar y colocar sobre papel absorbente por unos segundos y servir. Si desea acompañe con gajos de limón y la salsa de su preferencia como kétchup, mayonesa o mostaza.
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